Hace diez años atrás no hubiese pensado que la tecnología evolucionaría de tal manera que pusiera en jaque a una empresa de tantos siglos, como la de la imprenta, especialmente la impresión de libros. Recuerdo haber participado en una conversación en la cual se debatía si el libro en papel, tal y como lo conocemos, desaparecería ante el desarrollo de estas nuevas tecnologías. Uno de los tertuliantes juró, entonces, que no cambiaría la lectura en papel por ninguna tecnología que intentara, según él, sustituir sus libros.
Al pasar el tiempo, buscando una noticia que reseñar sobre alguna nueva tecnología, me encuentro con el artículo “Leer en la pantalla”, de Carmen Dolores Hernández, conocida crítica literaria y profesora universitaria. En el mismo, comenta su experiencia con el Kindle. Esta nueva tecnología es una plataforma electrónica desarrollada por Amazon.com, que consiste de un software y hardware sumamente liviano y portátil para descargar, de forma rápida, libros electrónicos y otros productos digitales. Esta es compatible con otras tecnologías, como Windows, iPhone y BlackBerry. En su artículo, la Dra. Hernández comenta sobre su apego a los libros en su soporte tradicional de papel y narra cómo éstos pasaron a ser parte vital de su vida y de su entorno casero al mencionar que son pocos los espacios sin libros en su casa. Confiesa, además, que adquirió un Kindle, pero no lo utilizó hasta un mes después porque, como expone en su escrito, hubo algo de resistencia hacia el aparato. Señala la profesora que fue un viaje lo que la motivó a cargar con el Kindle en vez de sus acostumbrados libros, argumentando que le sedujo la idea de llevar hasta mil libros dentro de un pequeño aparato fácil de trasportar. Entre las ventajas que le reconoce están: la portabilidad del aparato, su capacidad de almacenaje, su tamaño compacto y manejable. Algo que destaca la autora es la belleza de las gráficas que aparecen en la pantalla mientras no se utiliza el aparato. Por otro lado, señala que, entre sus desventajas, se encuentran la preocupación por que el artefacto pierda la carga eléctrica y no tener una fuente confiable para recargar la batería. Otra desventaja con la que coincido es que, en la pantalla, cabe poco texto de tamaño grande, lo que hace que el lector pase las páginas electrónicas de manera muy rápida. Aun así, las ventajas del Kindle superan sus desventajas, con la promesa de que la tecnología siempre evoluciona respondiendo al interés de mejorar y superar sus productos.
En conclusión el Kindle es un herramienta diseñada para el lector voraz, ya que cuenta con una pantalla de tinta electrónica favorable a la vista. Además, es compatible con otros formatos electrónicos, como PDF, y cuenta con más de 300 mil e-books disponibles a trevés de la red Whispernet… sin olvidar que es un aparato delgado y liviano, fácil de llevar. En definitive, el Kindle es una nueva tecnología de gran utilidad dirigida al amante de la lectura. Como menciona la Dra. Hernández, tendremos que aprender a vivir alternados entre páginas electrónicas y los libros.
Referencias:
Hernández, Carmen Dolores. “Leer en pantalla”, El Nuevo Día, San Juan, 14 de marzo de 2010, pagina 4.
El Kindle de Amazon, a debate. Recuperado el 25 de abril de 2010. http://www.wharton.universia.net/
http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&id=1447