La herencia digital: Una cuestión inescapable en las tecnologías de información
En una era fundamentalmente digital hay un asunto que muchas veces por obviar el tema y evitar hablar sobre una de las cosas más seguras que tenemos en la vida , la muerte, no nos detenemos a pensar que pasaría con nuestra información digital a la hora de partir de este mundo. El tema de la muerte tratamos de desplazarlo de nuestra realizad existencial, como si fuésemos criaturas inmortales. A tales efectos,a surgido una modalidad que cada vez toma más importancia sociológica, denominada “herencia digital”. Si nos encontramos que la tecnología es un fuerte pilar en la sociedad del conocimiento, lo esperado es que las personas no tan sólo aseguren sus bienes materiales, sino que también se incluyan en los testamentos sus bienes digitales. Esta modalidad ha tomando un auge entre los británicos quienes según los estudios que se están haciendo al respecto, están revelando sus contraseñas para que al morir sus seres queridos hereden su información digital.
Por otra parte, quedan un sinnúmero de cuentas en las que las contraseñas se han perdido y es muy difícil de recuperar. En este caso, hay que realizar un procedimiento tedioso para recuperar el acceso. Este no siempre es el caso, pues algunos familiares no coinciden en qué quieren hacer con esas cuentas. Por diversas razones, hay quienes quieren preservar las cuentas de sus seres queridos o en la misma familia hay quienes desean cerrar ese capítulo y todo lo que recuerdo a esa persona fallecida. Es entonces que surge la polémica entre qué se debe hacer ante esta situación. Luego de algunos litigios, Facebook incluyó un formulario para notificar sobre el deceso de una persona y cerrar su cuenta o crear cuentas conmemorativas que solo permiten la interacción de las personas que ya pertenecían al perfil. Resulta interesante cuestionarnos qué debemos hacer, cual es nuestra responsabilidad ética y hasta si se creará una especie de banco digital de biografías de personas fallecidas.
La herencia digital comprende desde contraseñas, videos, música, fotos y toda la información que un individuo almacena a través de sus correos electrónicos y otros medios durante du vida. Muchas de estas cosas tienen un valor sentimental incalculable, pero otras han requerido una inversión monetaria que muchas personas desean que no se pierda con su muerte. Ante esto, existen páginas web que te permiten crear testamentos en los que decides qué hacer con tus restos virtuales. Un estudio realizado por el Centro de Tecnología de Londres justificó a través de sus entrevistados la llamada herencia digital. “Es un área que cada vez tendrá más importancia debido el valor monetario de las bibliotecas de música o el valor sentimental de las colecciones de fotos, de las que ya se hacen pocas copias físicas”. La verdad es que cada vez somos menos los que vamos a un centro de revelado de fotos, sino que las conservamos digitalmente. Más aun, cuando se le preguntó a un individuo qué haría si su casa se incendiara, éste respondió que desde la computadora se enviaría a si mismo sus tesoros digitales y saldría de la casa. Esto es solo un ejemplo del cambio de la humanidad ante la información, las tecnologías y el mundo digital en que vivimos.
Finalmente el objetivo de todos estos estudios es conocer la mentalidad humana respecto a la información y la tecnología después de la muerte. Si quisieras ceder a tus hijos o familiares tus propiedades materiales, de esa misma forma, ¿le cederías tus tesoros digitales, como parte de tu paso y trayectoria por el mundo?Referencias
Europa press. (2011). ¿Qué ocurre con la cuenta de facebook cuando un usuario muere?. Obtenido el 6 de octubre de 2011, desde http://www.abc.es/20110826/medios-redes/abci-facebook-muere-usuario-201108261540.html
Este artículo trae a mi memoria la situación que experimentaron y vivieron los compañeros y amigos del joven estudiante de 15 años, Francisco Javier, quien murió víctima de una bala perdida en la despedida del año 2010. Su inesperada y trágica muerte llevó a sus compañeros a hacer públicás sus expresiones y sentimientos a través de sus cuentas en Facebook. Cada uno de estos mensajes fueron contestados por la madre y hermana de Francisco Javier, esto es, ellas decidieron ser "sus herederas digitales". Apoyo esta iniciativa de Facebook porque promueve que se asuma responsabilidad sobre el contenido digital de la cuenta de la persona fallecida. Además permite que los "herederos" puedan decidir que hacer con esta cuenta. Así queda de manifiesto que las tecnologías de la información nos lleva a tener una nueva visión del mundo y de lo que nos rodea. A esto y má nos lleva la revolución de la Era Digital.
ResponderEliminar... y de cierta forma, a parte de ayudar a manejar la pérdida de un ser querido, pienso que (en el caso de alguna obra o labor de contenido digital) de alguna forma permite a los herederos de la aplicación, continuar con la labor iniciada por el autor inicial del proyecto.
ResponderEliminarMe llamó mucho la atención la presentación de este tema, pues aunque la muerte es un proceso natural para el cual nos debemos preparar como seres humanos, no había pensado en este plano de tener una herencia digital. Es un tema del cual voy a estar más pendiente.
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ResponderEliminarEsta entrada me hace recordar la cantidad de veces que he agregado a personas a mi facebook que habian sido asesinadas y sus nombres aparecian en los noticieros. Por ejemplo a los dos jóvenes que jugaban volleyball que los mataron frente a un pub. Yo los agregué para saber cómo eran ellos, quienes eran sus amigos, que cosas le gustaban y si alguien los habia amenazado en algún entrada en su muro o alguna foto.
ResponderEliminarMuy interesante este artículo sobre la herencia digital. Pienso en las personas que tienen sus bitácoras, que publican inéditamente en el Internet poemas, cuentos, crónicas. ¿Dónde quedará esto? Muchas veces se trata de buena literatura, que puede ser publicada y leída. Hay que seguirle la pista a este asunto, porque sabemos que las nuevas tecnologías tienen injerencia en todos los aspectos de la vida social, hasta lo inimaginable: la muerte.
ResponderEliminar¿La herencia digital? Interesante concepto. Si bien lo digital es inmortal, los seres humanos continuamos siendo mortales y es esta incongruencia lo que deja en el limbo la existencia de una segunda vida, si así podríamos llamarle, ya que más bien es un recuerdo de la vida en un nuevo formato, el digital. Me resultó interesante el hecho de que hay personas que están dejando evidenciado en sus testamentos el futuro de su vida digital. Es impactante ver como el resultado de esta revolución tecnológica está dejando a su paso una gama de asuntos, que antes ni siquiera eran pensados por el ser humano. En fin, la muerte es un proceso natural de la vida, que al fin y al cabo a todos nos tocará vivir, así que, ¿por que no pensar a quién o a quiénes le(s) dejaremos nuestra herencia digital? Interesante, ¿no?
ResponderEliminarNunca pensé que iba a existir una herencia digital. Lo cual es un aspecto muy importante debido a que ya la mayoría de las personas del mundo tienen unos perfiles, datos, fotos, etc. de forma digital que hay que hacer algo con eso cuando ya la persona fallezca. Esto es cuestión de darle más promoción para que decidamos desde ya qué queremos que se haga con todo lo que creamos en las diferentes páginas web. Pero estamos en una sociedad que no piensa que de seguro vamos a morir y todo se va a quedar. Es cuestión de reflexionar y decidir si va a dejar la herencia digital escrita o no. Es un tema muy interesante y se va a ampliar a medida que pase el tiempo.
ResponderEliminarMuy interesante entrada sobre la herencia digital, íntimamente atada a la poderosa capacidad archivística de la Web, así como a nuestras tendencias (¡casi podríamos decir compulsión!) a autodocumentarnos a través de las ofertas tecnológicas de la Web 2.0. Sobre este tema, viene a mi mente un TEDtalk en particular, una charla ofrecida por Adam Ostrow en julio del presente año.
ResponderEliminarPara aquellos que no estén familiarizados con TED, es una organización sin fines de lucro establecida en 1984 y dedicada a “ideas que vale la pena difundir” –“Ideas Worth Spreading”¬, sobre todo en los ámbitos de la tecnología, el entretenimiento y el diseño (TED corresponde a las siglas en inglés de Technology, Entertainment & Design). Las conferencias y charlas de TED se caracterizan por reunir a expertos en estos campos, los cuales ofrecen charlas breves, de corte multimediático, para un público no necesariamente especializado. Dichas charlas o microconferencias están archivadas con acceso gratuito en línea, a través del portal http://www.ted.com/. El mismo ofrece no sólo los videos de las TEDtalks, sino además una nota biográfica del conferenciante, una breve descripción de la charla, así como una transcripción interactiva de ésta, donde puedes hacer click a pasajes específicos, lo cual te lleva al segmento del video en que el conferenciante lo cubre. Las transcripciones están disponibles en múltiples idiomas, para mayor difusión de las “ideas worth spreading”.
La charla específica a la que me refiero la dicta el periodista Adam Ostrow, titulada “After Your Final Status Update” (http://www.ted.com/talks/lang/en/adam_ostrow_after_your_final_status_update.html). En ésta, Ostrow cubre el tema de la herencia digital, y menciona varios servicios ya existentes o en proceso de desarrollo para establecer parámetros de manejo de nuestra herencia digital. Entre estos, Ostrow menciona servicios como “If I Die” (http://ifidie.net/), “1,000 Memories” (http://1000memories.com/) y “That Can Be My Next Tweet!” (http://yes.thatcan.be/my/next/tweet/). Analizando las tendencias actuales de dichos servicios, así como las nuevas tecnologías en desarrollo para analizar diversos tipos de documentos digitales en las redes sociales, Ostrow pronostica la posibilidad de que se generen espectros digitales de nuestras personalidades y participaciones en la red, capaces de extrapolar versiones casi holográficas de nuestros pensamientos y comentarios en el ciberespacio.
¡Tremenda hauntología, Derrida estaría fascinado!
Esta entrada fue sumamente interesante ya que me hizo pensar en algo que ya vivía pero no le tenía nombre. Con la a llegada de la herencia digital podemos ver cuán integrada se encuentra la tecnología en nuestro día a día. Más allá, esto nos hace reflexionar si debemos tomar los pasos planificados para asegurar que nuestra huella digital se quede en este mundo una vez no seamos parte del mismo. Si se toman pasos para asegurar bienes materiales para nuestros seres queridos una vez no estemos presentes en este mundo entiendo que esos mismos pasos se deben tomar para nuestras identidades digitales. Mirando este fenómeno desde un punto de vista antropológico, qué mejor manera para futuras generaciones ver como funcionamos y pensamos que investigar nuestras conductas digitales. Podemos decir que la herencia digital agiliza la manera en que futuros historiadores miraran a nuestra era.
ResponderEliminarExcelente entrada, me parece muy cierto lo escrito. Es un tema muy controversial y ademas es uno muy moderno, poco hablado y comentado.
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